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La resolución de conflictos en el contexto del desarrollo sostenible

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por Rodrigo Tarté – Se ha insinuado repetidamente que el desarrollo sostenible es un concepto contradictorio porque trata de armonizar objetivos aparentemente conflictivos entre sí (económicos, sociales y ambientales). No obstante, es justamente en esa armonización donde se encuentra el desafío, porque para lograrla debemos enfrentar y anticipar conflictos reales y potenciales que deberán disminuir en la medida en que tomemos conciencia de la inseparabilidad de dichos objetivos y, más específicamente, en la medida en que tomemos conciencia de que nuestra subsistencia depende de que conservemos el medio ambiente, los servicios de los ecosistemas y los recursos naturales que sustentan todas nuestras actividades económicas.

Pero –y siempre hay un pero– la conservación de los recursos naturales quizás no significaría un problema mayor si éstos estuvieran uniformemente distribuidos o si su usufructo se hiciera sobre bases de solidaridad y equidad. Y es que vivimos en sociedades desiguales y asimétricas, no solamente en lo económico y social, sino en materia de la distribución y pertenencia de los recursos naturales; vivimos en sociedades desiguales construidas en un mundo fragmentado por barreras políticas artificiales que constituyen una receta permanente para detonar conflictos de todo tipo.

1. Sociedades desiguales en un mundo fragmentado

Países con recursos vs países sin recursos o con pocos recursos es una característica de nuestra civilización. Su distribución desigual, ya sean ellos renovables (agua, recursos genéticos, recursos marinos) y no renovables (petróleo, minerales) es una innegable causa de conflictos entre nuestras sociedades.

En diversas partes del mundo están ocurriendo disputas en torno a la cantidad y calidad del agua. La historia también ha sido testigo de ello. Por ejemplo, la aparente degradación de los recursos naturales en la Isla de Pascua por parte de sus habitantes polinesios y la consecuente lucha entre clanes y jefes, brinda una ilustración gráfica de una sociedad que se destruyó a sí misma por la sobre-explotación de recursos escasos.

El lago Chad en África fue otrora el sexto lago más grande del mundo. Hoy, debido a la disminución de las lluvias por efecto del cambio climático y al uso humano intensivo, el lago se ha achicado a 1/20 de su tamaño original. Ello ha ocasionado el colapso de la pesca y los cultivos, desplazando a millones y afectando a muchos más. Este lago está situado en los límites de Chad, Nigeria, Camerún y Níger, cuyas poblaciones dependen de sus aguas para la irrigación, la pesca, la ganadería y el consuno doméstico. Ello ha ocasionado no pocas luchas militares y disputas legales internacionales, entre ellas luchas por los derechos de propiedad cuando los campesinos comenzaron a cultivar en lo que fuera el fondo del lago.

Por otra parte, recursos naturales como los diamantes y los bosques, alimentaron la guerra civil que en 1990 afectó a Sierra Leona y Liberia. Los diamantes fueron contrabandeados de Sierra Leona a Liberia y de allí al mercado mundial. A mediados de los 90 las exportaciones oficiales de diamantes de Liberia oscilaban entre 300 y 450 millones de dólares anuales. El comercio de estos diamantes, referidos como los diamantes de sangre, ayudó a financiar a grupos rebeldes y a acrecentar las hostilidades. Para el año 2002, al finalizar la guerra, más de 50,000 personas habían muerto, 20,000 habían sido mutilados y tres cuartas partes de la población de sierra Leona se desplazó a otras zonas, incluyendo cientos de miles que emigraron a Guinea… y que demandaron el uso de recursos naturales de este país para su subsistencia…

Numerosos conflictos han ocurrido en materia del uso recursos marinos. Por ejemplo, conflictos entre países que defienden a sus usuarios locales y países industriales grandes que utilizan un bien común. En 1995 ocurrió un conflicto entre Canadá y España por la pesca en la zona de los Grandes Bancos, rica en recursos pesqueros, particularmente en el pez conocido como fletán, justo afuera de la costa oriental canadiense. El gobierno canadiense estuvo bajo constante presión doméstica por parte de los pescadores locales que reclamaban que su modo de sustento había sido amenazado por países que como España, no respetaban las cuotas de pesca. Canadá abordó por la fuerza un barco pesquero español en aguas internacionales y arrestó a su tripulación. Los españoles se refirieron al incidente como un acto de piratería, chocando con los canadienses en una serie de encontronazos en alta mar y enfrentamientos diplomáticos. A estos incidentes se les denominó la Guerra del Fletán.

Los recursos genéticos y la biodiversidad son especialmente importantes para Panamá. Nuestro país es rico en biodiversidad… a diferencia de muchos otros más alejados de los trópicos… Pero, en este tema, nos debatimos entre dos tendencias antagónicas. La primera de ellas tiene que ver con los derechos de propiedad de los recursos genéticos (sobre si ellos constituyen patrimonios locales o globales) y la segunda tiene que ver con la actitud de las compañías biotecnológicas de patentar, no solamente los métodos para aislar, identificar y transferir las secuencias de ADN, sino también el material genético mismo y las nuevas formas de vida que él origina, desde bacterias hasta células humanas, sin importar el lugar de origen de estos genes.

Y ¿qué decir del petróleo?… Todos los conflictos mencionados tienen un denominador común: la lucha por recursos naturales que necesitamos para nuestra subsistencia o para impulsar nuestras economías y la consecuente reducción de nuestro capital natural, que ya escasea para abastecernos a todos y que, indefectiblemente, se agravará cada día más.

2. Vinculando el ambiente y el desarrollo en la toma de decisiones

El avance hacia el desarrollo sostenible ha sido lento, quizás porque plantea numerosas interrogantes como la de si será posible lograr crecimiento económico y salvaguardar el capital natural al mismo tiempo. Numerosos gobiernos siguen formulando políticas que se ocupan de asuntos del medio ambiente, de la economía o de la sociedad como si fueran asuntos aislados, sin tomar en cuenta que el Planeta funciona como un solo sistema donde la atmósfera, el agua, la tierra, la biodiversidad y las sociedades humanas con sus economías están conectados en una compleja trama de interacciones e intercambios. Pero donde la economía está contenida dentro de la biosfera (naturaleza) que la alimenta.

La separación de los asuntos económicos, sociales y ambientales, ha sido y sigue siendo un factor determinante de conflictos en razón de las paradojas y contradicciones que se derivan de la manera tan sectorizada como los seres humanos hemos enfrentado nuestras acciones y problemas.

Economía y medio ambiente

Con frecuencia lo económico está reñido con lo ambiental, lo que ocasiona presiones sobre el ambiente, con efectos negativos sobre los ecosistemas y consecuencias nocivas para los seres humanos. La destrucción de manglares, la contaminación ambiental, el cambio climático, la deforestación y destrucción de hábitats, entre otras, son manifestaciones de las contradicciones existentes entre las opciones aparentemente antagónicas que se dan entre la economía y el medio ambiente, donde con frecuencia los intereses de los negocios y las ganancias cortoplacistas se anteponen a la salud ambiental y de los ecosistemas.

Economía y sociedad

Por otra parte, con frecuencia lo económico también parece estar reñido con necesidades y aspiraciones básicas de la sociedad como son la equidad, el ingreso justo, la educación, la salud, la libertad y la seguridad.

Economía, sociedad y ambiente

Y en el contexto amplio del desarrollo sostenible, los temas relacionados con la gestión del territorio con frecuencia constituyen detonantes de conflictos como son los que tienen que ver con la gestión de las cuencas y de las ciudades, y los temas relativos a la distribución y propiedad de la tierra.

3. Institucionalidad y políticas

La puesta en práctica de este modelo de desarrollo sostenible al que aspiramos supone encontrar formas de armonizar los potencialmente conflictivos objetivos económicos, sociales y ambientales del desarrollo. Pero, los esfuerzos que se hagan en este sentido no irán muy lejos si no consideran un nuevo tipo de institucionalidad y de políticas públicas que facilite la integración de dichos objetivos. Por ejemplo, el proceso de formulación de políticas públicas sería más efectivo si ellos se integraran que si se atendieran separadamente, como actualmente ocurre. Es así que políticas formuladas para un sector (económico, social o ambiental), con frecuencia chocan en sus resultados esperados con las diseñadas para otros sectores.

Los esfuerzos que se hagan en pro del desarrollo sostenible tampoco podrán avanzar si no se trabaja en un contexto de gestión integrada del conocimiento que tenga como meta el desarrollo de nuevas formas de apoyo a la toma de decisiones por parte de los sectores públicos y privados, donde el conocimiento de las interrelaciones que ocurren en el mundo real, sus efectos y sus consecuencias, se convierta en la base fundamental del desarrollo (socioeconómico-ambiental). Este desarrollo (sostenible) deberá construirse con una visión de gestión integrada del territorio que permita abordar como un sistema la totalidad de los problemas que atañen, tanto a lo urbano como a lo rural.

4. Prevención de conflictos: la gestión del desarrollo sostenible

Más allá de la resolución de conflictos crecientes, su prevención es una especie de subproducto de la gestión del desarrollo sostenible. En la medida en que así lo entendamos, estaremos en mejor capacidad para repensar nuestras opciones de desarrollo.

El informe sobre Perspectivas del Medio Ambiente Mundial (GEO 4) elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente presenta cuatro posibles escenarios futuros para hacerle frente a la crisis ambiental global. Son opciones de desarrollo, o más bien tendencias que vale la pena analizar en función de las imaginables consecuencias de escoger una u otra. Ellas son:

  • Los mercados primero
  • La seguridad primero
  • Las políticas primero
  • La sostenibilidad primero

Algunos ejemplos servirán para imaginar cada uno de estos escenarios en el caso de América Latina (bosques y biodiversidad, recursos hídricos, recursos energéticos, urbanización y presiones migratorias):

a) En materia de bosques y biodiversidad. En Los mercados primero la deforestación aumenta y el área forestal disminuye de forma significativa, lo que provoca una mayor pérdida de hábitats y una mayor fragmentación. En La seguridad primero las áreas de interés forestal más importantes para las “élites” se conservan, pero fuera de estas áreas protegidas la deforestación aumenta rápidamente. En Las políticas primero se evidencia una reducción moderada de la deforestación y de la fragmentación de los hábitats, gracias a la mejora de las normativas reguladoras y a unos mecanismos de cumplimiento de las mismas. Por su parte, en La sostenibilidad primero se implementan mecanismos para rehabilitar ecosistemas forestales afectados consiguiendo detener la pérdida y la fragmentación de estos hábitats clave.

b) En materia de recursos hídricos. Se prevé presiones cada vez mayores en los cuatro escenarios, pero es posible distinguir diferencias cualitativas en los mismos. En Los mercados primero y La seguridad primero disminuye la cantidad y la calidad de las aguas superficiales y subterráneas. Por su parte, en Las políticas primero se consigue contener el aumento de las extracciones de agua, mediante inversiones en tecnologías de ahorro de agua, con lo que se logra mejorar sustancialmente el uso del agua en los sectores económicos. En La sostenibilidad primero se realizan esfuerzos especiales para gestionar los conflictos en esta área, mejorar la eficiencia en el uso del agua y cambiar la conducta de la gente respecto del uso del agua.

c) En materia de recursos energéticos. En Los mercados primero su acceso y control siguen siendo una fuente importante de conflictos, situación que se acentúa en La seguridad primero. En ambas hipótesis la mejora en la diversificación de la energía más allá de los combustibles fósiles y la eficiencia energética es muy limitada. En contraste, en Las políticas primero se promueve la diversificación energética con un mayor empleo de recursos renovables, así como la eficiencia energética y la cooperación energética regional. Todo ello se refuerza enérgicamente en La sostenibilidad primero.

d) En materia de urbanización. El proceso se da en todas las hipótesis, pero evidenciando diferencias importantes. En Los mercados primero y La seguridad primero se produce una expansión descontrolada de la urbanización. En Las políticas primero, la urbanización es menos caótica. En La sostenibilidad primero se sigue urbanizando, sobretodo en las ciudades de pequeño y mediano tamaño en un contexto que se basa en una planificación a largo plazo con respecto al desarrollo urbanístico. La necesidad urgente de esto es evidente en la ciudad de Panamá.

e) En materia de presiones migratorias. En Los mercados primero se da un aumento continuo de éstas, tanto dentro de la región como hacia América del Norte, debido al deterioro de las condiciones sociales de varios grupos. En La seguridad primero las presiones migratorias aumentan considerablemente en las áreas fronterizas, pero la legislación sobre la migración se hace más restrictiva. En Las políticas primero y La sostenibilidad primero las presiones migratorias disminuyen. En esta última hipótesis, la emigración pasa a ser una cuestión de decisión personal más que una necesidad.

Lo que tiene de diferente La sostenibilidad primero (según GEO4) es que el gobierno, la sociedad civil, el comercio, la industria, la comunidad científica y otros grupos implicados trabajan juntos para hacer frente a los distintos retos ambientales y de desarrollo. Pero creo que es más que eso. Es buscar, desde la perspectiva de las gestiones del conocimiento, del territorio, de los negocios y actividades productivas, de la acción social, de la institucionalidad y políticas, la integración de los componentes económicos, sociales y ambientales del desarrollo. Ese es precisamente el reto del desarrollo sostenible que, además, tiene un importante componente ético que debe ser atendido en un marco de cooperación, tanto local como global Es fácil, entonces, darse cuenta que la carencia de estos enfoques integrados en los otros escenarios será una fuente mayor de conflictos, particularmente en Los mercados primero y La seguridad primero.

Conocimiento, integración, ética y cooperación son palabras clave en el contexto del desarrollo sostenible que deben constituir las bases de estrategias nacionales y globales, de manera que este modelo de desarrollo apunte, no solamente al tema de resolución de conflictos, sino también al de su prevención, y para que, ojalá, nos acerque más y más a la prevención del mayor y más absurdo de los conflictos, producto de la irracionalidad de la especie humana: la guerra.

R. Tarté es panameño, investigador del Centro Internacional para el Desarrollo Sostenible y de la Fundación Ciudad del Saber, Panamá. Publicado en el semanario Peripecias Nº 110 el 20 de agosto de 2008.